El Ritmo Armónico y la Armonía Funcional

Cuando hablamos de ritmo armónico, nos referimos a la relación entre ritmo y armonía, en lo que tiene que ver con la estructura rítmica de la música y con la función que cumplen los acordes.

El discurso musical está dividido rítmicamente en parte fuertes y débiles desde lo más grande de su estructura hasta lo más pequeño.

Una pieza musical está compuesta por frases, éstas, están divididas en motivos y contramotivos, éstos en compases, y éstos tienen partes, las cuales a su vez también son divisibles.

Pues bien, cada una de estas fracciones se alternan sucesivamente tanto en su carácter armónico como en su peso rítmico.

Qué es el Ritmo Armónico

El ritmo armónico consiste en la alternancia de las funciones de la armonía en relación con el ritmo. Las funciones armónicas pueden estar en zonas de reposo o de tensión y las parte rítmica puede ser fuerte o débil.

No sólo se aplica a la correspondencia entre ritmo y armonía sino que también se emplea en el desarrollo melódico.

Para entender el ritmo armónico, en primer lugar debemos conocer la distribución de las partes fuertes y débiles en los compases y las zonas en la armonía funcional.

El Compás

El compás es el elemento métrico que estructura el ritmo en el discurso musical. Está dividido en partes y éstas a su vez contienen subdivisiones.

Varios compases juntos forman un motivo o un contramotivo y estos dos unidos construyen las frases musicales.

El compás se cifra con un número quebrado cuyo numerador nos indica el número de partes que lo forman y el denominador, la figura que ocupa cada parte.

La asignación de números en el denominador para cada figura es la siguiente:

  • 2. Blanca
  • 4. Negra
  • 8. Corchea
  • 16. Semicorchea.

Así, por ejemplo, un compás de 4/4 tiene cuatro partes, en las que en cada parte hay una negra. El 4 del numerador significa que el compás tiene cuatro partes y del denominador, que cada parte la ocupa una negra.

Otros ejemplos: 2/2 tiene dos partes y cada parte la ocupa una blanca; 6/8 tiene seis partes y cada una de las partes la ocupa una corchea. etcétera.

Clasificación de los Compases

Los compases se pueden clasificar por su división, o sea por su número de partes y por su subdivisión, esto es, por la figura que convencionalmente se le asigna a cada parte.

Compases de división binaria

Los compases de división binaria tienen dos partes, la primera es fuerte y la segunda débil o átona.

Estos compases pueden ser, a su vez, de subdivisión binaria o ternaria, según el número de figuras que ocupen cada parte.

Es decir, cada parte de los compases binarios de subdivisión binaria lo ocupan dos notas. Por su parte, los compases de división binaria y subdivisión ternaria contienen tres notas en cada una de sus dos partes.

Ejemplo de compás de división binaria:

  • 2/4. Este compás tiene dos partes, cada una contiene una negra, la cual se puede subdividir en dos corcheas. Es un compás de división binaria y subdivisión binaria.
  • 6/8. Este compás, aunque su numerador indica 6, se marca en dos partes, en cada una de las cuales hay una negra con puntillo. Cada una de las partes se subdivide en tres corcheas. Por lo tanto, es un compás binario de subdivisión ternaria.

Compases de división ternaria

Un compás de división ternaria consta de tres partes, subdivididas en dos o tres. La primera parte es fuerte y la segunda y tercera débiles, la tercera más débil que la segunda.

Compases de división ternaria:

  • 3/4. Este compás es de división ternaria y subdivisión binaria. Tiene tres partes en cada una de las cuales hay una negra subdividida en dos corcheas. Las obras escritas en este compás son conocidas como valses.
  • 9/8. Es un compás de división y subdivisión ternarias. Tiene tres partes y cada una se ocupa con una negra con puntillo, o sea tres corcheas. Por esto, su nombre hace referencia a que hay 9 corcheas (8).

Compases de división cuaternaria

Son compases de cuatro partes, la primera y tercera partes son fuertes y la segunda y la cuarta, débiles. La primera más fuerte que la tercera y la cuarta más débil que la segunda.

Ejemplos:

  • 4/4. Compás de cuatro partes (cuaternario) y subdivisión binaria, Cuatro negras, una en cada parte. También se cifra con una C al principio del pentagrama y también se le llama compasillo.
  • 12/8. Cuatro partes con una negra con puntillo en cada una, divisibles en tres corcheas. Por tanto, es un compás cuaternario de subdivisión ternaria.

Compases Compuestos e Irregulares

Son compases de 5, 7 u otros numeradores.

Más usados:

  • 5/4. Este compás tiene cinco partes. Se marca con un compás de tres seguido por otro de dos. En cada parte hay una negra. Si en cada parte hay una corchea y por tanto es un tempo más rápido es 5/8. Un caso especial es el 5/4 zortziko. autóctono del País Vasco.
  • 7/4. Siete partes y en cada una, una negra, subdividida en dos corcheas.

Partes Fuertes y Débiles

Los compases de división binaria alternan el carácter de las partes de manera que la primera es fuerte y la segunda, débil.

En el caso de los compases de división ternaria tienen la primera parte fuerte y la segunda y tercera débiles, siendo la segunda menos débil que la tercera.

A su vez, los compases de división ternaria alternan las partes fuertes y débiles de esta forma: la primera y tercera partes son fuertes y las segunda y cuarta, débiles. La primera es más fuerte que la tercera y la cuarta es más débil que la segunda.

Los compases compuestos se rigen por la alternancia de los compases que los integran.

Las subdivisiones también siguen la misma pauta de alternancia fuerte-débil en la subdivisión binaria y fuerte-débil-débil en la subdivisión ternaria.

La Frase Musical en el Ritmo Armónico

Una frase musical es un conjunto sucesivo de notas que tienen un cierto sentido y que, en unión a otras frases, forman una melodía. La frase está a su vez constituida por motivos y contramotivos y éstos, a su vez están integrados por células más pequeñas, los compases.

Un conjunto de compases forma un motivo. Un motivo generalmente se compone de cuatro compases, aunque puede ser de otra dimensión más o menos grande. Los cuatro compases siguientes forman el contramotivo y los dos juntos, conforman una frase musical.

El motivo es más fuerte que el contramotivo, y las frases son también alternativamente fuertes y débiles.

Un conjunto de frases forma un tema o melodía.

Determinadas partes son fuertes y otras débiles en varios niveles de estructura del discurso musical: hemos dicho que el motivo es más fuerte que el contramotivo y que las frases se alternan en su fortaleza y debilidad. Es en este punto donde entra el concepto de ritmo armónico en combinación con la Armonía funcional.

Armonía Funcional

La armonía funcional se refiere a los acordes y la función que cumplen en el desarrollo musical y cómo pueden agruparse en zonas armónicas. Las dos zonas básicas son la zona de reposo (Tónica) y la zona de tensión (Dominante). También hay una zona mixta, la de Subdominante.

Vamos a hablar de la armonía funcional con el análisis de cómo se comportan las diferentes zonas de la tonalidad según crean tensión o reposo debido a su sonoridad.

En Armonía Funcional los grados de la escala o tonalidad se cifran con números romanos.

Funciones Armónicas, Regiones o Zonas de la Armonía

Existen tres zonas en la Tonalidad Mayor: la zona o región de Tónica, la zona de Subdominante y la zona de Dominante.

Todos los grados de la tonalidad se pueden agrupar en una u otra de estas tres zonas.

La zona o región de Tónica implica reposo, la de Dominante tensión y la de Subdominante es mixta.

Los grados que pertenecen a la zona de reposo son la Tónica y sus dos relativos, es decir el VI grado y el III.

Los grados que corresponden a la Zona de Tensión son el V, el II y el VII.

Y la Zona Mixta, que no es de total tensión ni de reposo absoluto, lo forman los grados IV y sus dos relativos también o sea el II y el VI.

Finalmente, estas tres zonas se pueden reducir a dos: Tensión y Reposo, o Zona de Tónica y Zona de Dominante, las cuales se corresponden en el ritmo con las partes fuertes y débiles del compás y sus subdivisiones.

Las Regiones Armónicas y el Ritmo Armónico

Explicado todo esto se puede deducir cómo las partes rítmicas fuertes y débiles del discurso musical también están relacionadas con las zonas de tensión y reposo de la armonía.

Al construir la armonía de una frase, un motivo o de un simple compás es importante tener en cuenta la fortaleza o debilidad de la parte en su relación con el carácter de los acordes. Las partes fuertes se corresponden con la zona de reposo y las partes débiles con la zona de tensión.

El equilibrio entre estas dos zonas es lo que enriquecerá nuestro discurso musical.

Sustitución Tritonal

La sustitución tritonal consiste en que los acordes dominantes alterados puede sustituirse por otro igualmente alterado construido sobre su 5b.

Por ejemplo, E7/5b se puede sustituir por Bb7/5b. De hecho es el mismo grupo de notas. Sólo cambia el bajo. Las notas son Bb – D – E – Ab (G#). Dependiendo de qué nota esté en el bajo, así se cifrará el acorde.

Por extensión, no sólo los acordes alterados se pueden sustituir por otro alterado sobre su 5ª bemol, sino que cualquier acorde puede ser sustituido por otro alterado construido sobre su quinta bemol.

Esta sustitución prolongará la zona de tensión mientras queramos. Por ejemplo:

Sustitución de Acordes Alterados

En los cuatro primeros compases se presenta una cadencia clásica de I-VI-II-V, y en los siguientes cuatro compases se hace la sustitución tritonal con acordes alterados construidos sobre sus 5b, excepto Cmaj7 que se sustituye por su segundo relativo Em7.

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